UCR anuncia que ya está listo el primer ventilador no invasivo para atender a pacientes con COVID-19

Médicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) ya tienen listo el primer modelo de ventilación no invasivo, y con máscara de aislamiento incorporada, que permitirá tratar a pacientes con COVID-19. Según indican mediante un comunicado de prensa la innovación cuenta con todas las pruebas preclínicas superadas exitosamente y los parámetros de seguridad comprobados.

El dispositivo lleva por nombre Fluxus Mask y ahora, lo que sigue, es encontrar apoyo financiero y la autorización final del Ministerio de Salud para su producción en masa. 

En esta ocasión, las mentes maestras detrás de la innovación son el Dr. Jean Carlo Segura Aparicio y la Dra. Lizbeth Salazar Sánchez, de la Escuela de Medicina de la UCR; así como el Dr. Olman Coronado García, terapista respiratorio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Además, se contó con el apoyo de Miguel Imbach Bartol y Pablo González Lucas, quienes colaboraron desde la empresa privada.

“El dispositivo superó de manera satisfactoria todas las pruebas preclínicas y está en capacidad de proporcionar soporte ventilatorio a los enfermos con COVID-19 en los primeros tres niveles de la enfermedad señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS): leve, moderado y grave. El mecanismo permite aumentar la capacidad pulmonar y mejorar el intercambio gaseoso. Además, tiene filtros biológicos que evitan la propagación del virus causante del COVID-19”, manifestó el Dr. Segura.

La innovación posee cuatro importantes cualidades que posibilitará su uso en centros médicos y ambulancias, así como en áreas rurales del país en donde hay visible un aumento de casos por COVID-19. Por ejemplo, la Zona Norte.


Para convertir en realidad esta dispositivo, el equipo de la UCR junto con la empresa privada trabajaron por casi cuatro meses hasta tener el primer prototipo.

De acuerdo con el Dr. Jean Carlo Segura, las principales ventajas de este mecanismo es que no depende de la energía eléctrica para funcionar, no se requiere intubar al paciente, al poseer una máscara de aislamiento para la persona enferma, el personal sanitario reduce significativamente el riesgo de contagiarse al momento de brindar la atención y su precio, pues un respirador tradicional tiene un precio aproximado a los $10 000 dólares (o a veces más por la alta demanda en la actual pandemia). Algo muy distinto a Fluxus Mask, cuyo costo de producción es hasta cinco veces menor ($2 000 dólares). 

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