En la última década del siglo XIX, cuando el tren entró pitando a los terrenos de la antigua hacienda El Guayabal, donde se asienta la ciudad de Turrialba, significó un cambio radical para sus pobladores. El ferrocarril impulsó el desarrollo de la zona: surgió un poblado y se generó comercio, trabajo e intercambio cultural y de todo tipo con Limón, así como conexión con la capital del país.
En este contexto, allá por 1890 y tantos, la Estación del Ferrocarril fue el punto de convergencia, el lugar alrededor del cual bullía toda esa actividad social y comercial. En letras desteñidas por el paso del tiempo, aún se lee en el viejo edificio de madera “Turrialba elevación 625 metros, Limón 103,1 kilómetros, San José 63,6 kilómetros”, cual testimonio de su papel como punto de conexión entre el puerto y la capital.
A este edificio patrimonial el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC) le invertirá un máximo de 150 millones de colones para su restauración. Tal inversión es el premio por ganar la vigésimo tercera edición de Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico Arquitectónico 2019, certamen anual de esta institución del Ministerio de Cultura y Juventud.
Así lo definió el jurado al considerar que la propuesta concuerda con diferentes políticas públicas de economía, turismo, desarrollo urbano y patrimonio. Asimismo, armoniza con el Plan de Desarrollo Municipal, ya que desde el gobierno local se declaró como polo turístico. Para el jurado todo esto lo convierte en un proyecto con impacto nacional.
Además, según indica el fallo, el edificio está en un estado que requiere restauración, pero todavía no en estado deplorable, lo que facilita la factibilidad de la restauración y el ajuste al presupuesto.
Respecto a la población beneficiada, el edificio “tiene una población cautiva, pero también es abierta al público general. Atrae turistas y se plantea como un espacio comunal. Interesante planteamiento de uso con población diversa”, anotaron.
Otro aspecto que se valoró es que el uso que se le pretende dar al inmueble patrimonial está acorde al impulso de la industria creativa y los emprendimientos. “Es pertinente y sostenible en el tiempo. El inmueble se ajusta al uso planteado sin desvirtuar su arquitectura”, manifestaron.
“Me parece que este es un proyecto que va muy en la línea de lo que busca el Centro de Patrimonio Cultural, que es que tenga impacto en la comunidad, proyección; que demuestre que un edificio patrimonial puede renovarse y puede mantener su uso, o tener nuevos usos que garanticen su permanencia en el tiempo, así como que se involucre con temas de autogestión y productividad de las comunidades y el proyecto ganador plantea todos estos aspectos”, opinó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.
Además de Meléndez, el jurado calificador de 2019 estuvo integrado por: María José Callejas Capra, representante de la ministra de Cultura y Juventud; Arqta. Ileana Granados Poveda, representante del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica; Arq. Adrián Jirón Beirute, de Jirón Beirute Arquitectura y Arq. Alejandro Vargas Aguilar, profesional independiente.
El profesional que presentó la propuesta ganadora también recibirá un premio de 15 millones de colones y se compromete a dar seguimiento a las obras que deberán iniciar en 2020. La premiación se realizó esta mañana en el Centro de Patrimonio Cultural y contó con presencia de Sylvie Durán, ministra de Cultura y Juventud.
La propuesta.
El anteproyecto de intervención de la antigua Estación de Ferrocarril de Turrialba tiene el fin de propiciar la protección del inmueble y su reutilización auto-sustentable.
La propuesta de sostenibilidad comprende el rescate del edificio para otorgarle un nuevo uso, convirtiéndolo en un centro de emprendimientos donde se vinculen sectores productivos de la sociedad y de esta forma asegurar la sostenibilidad de la intervención. Además, la restauración realizará un aporte a la imagen urbana de Turrialba, debido a la ubicación e importancia del inmueble y su contexto.
“Busca devolver a la ciudad la dinámica que alguna vez le proveyó el tren, mediante un proyecto denominado “Feria Natural”, que permita la comercialización de productos diferenciados como legumbres y hortalizas orgánicas o productos con valor agregado, así como artesanías de la zona. Para ello se propone actualizar la distribución arquitectónica, restaurando y reconstruyendo según sea el estado de los elementos, así como reacondicionando los espacios según la legislación vigente en cuanto a accesibilidad universal y código eléctrico actual, entre otros”, mencionó el ganador.
Según Barahona, con estas actividades se inserta el uso gastronómico, potenciado por el espacio público que lo rodea. En el espacio interno se vislumbra una recepción con venta de productos, un área de coworking para el desarrollo de nuevas iniciativas productivas y una pequeña cafetería con mesas al norte de la edificación. También se incluye en el edificio una sala de reuniones y oficinas administrativas.
El arquitecto explicó que debido a que se cuenta con suficiente información histórica del inmueble, se optará por restaurar todos los elementos originales y reconstruir aquellos que han sufrido alteraciones por el uso, por ejemplo, se reemplazarán las puertas nuevas por originales o las más parecidas a estas, se restaurarán y se reubicarán en su sitio original. También se eliminará del edificio todo aquello que fue agregado deliveradamente y no corresponde con su tejido histórico, como algunos cielos, forros de paredes, puertas y pisos.
Según valoró el arquitecto, no son visibles daños graves en la estructura, por lo que el anteproyecto no contempla modificaciones en este sentido. Sí será necesario dotar al edificio de una nueva instalación eléctrica.
La propuesta de restauración de la estación del ferrocarril en Turrialba compitió con otros siete proyectos que postularon edificaciones principalmente ubicadas en el Gran Área Metropolitana.
Valor histórico turrialbeño. El estudio técnico del CICPC que culminó en la declaratoria de Patrimonio Histórico Arquitectónico (decreto Nº 23589-C de 1994), estableció que la antigua Estación del Ferrocarril al Atlántico, en Turrialba, posee un alto valor histórico, principalmente porque la construcción del ferrocarril, en la década de 1890, aceleró y consolidó el poblamiento en los que fueran los terrenos de la antigua hacienda El Guayabal.
Según se desprende de dicho estudio, el antiguo Ferrocarril al Atlántico cumplió un papel fundamental en el crecimiento de Turrialba, ya que gracias a este se fortaleció el comercio entre el Atlántico y la zona central de Costa Rica. Sin embargo, un siglo después, en 1990, debido a un fuerte sismo en el Valle de la Estrella que destruyó las líneas del ferrocarril, se cancelaron sus operaciones; entonces la estación quedó a merced del tiempo y desvinculada de las actividades cotidianas de los lugareños.
Ante este panorama, y a raíz de su futura restauración como ganadora del certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico Arquitectónico, la antigua Estación del Ferrocarril a Turrialba tiene una nueva oportunidad de impactar positivamente a la ciudad y a su gente.
Fuente: Comunicado de prensa emitido por Lizeth López.