De la UNAFUT, el TSE y la CCSS

Roberto Salazar Madriz, escritor y periodista cartaginés.
Roberto Salazar Madriz, escritor y periodista cartaginés.

Hace algunas semanas la prensa nos informaba de la suspensión que la UNAFUT, de conformidad con sus reglamentos y en virtud de una deuda pendiente con la CCSS, le aplicó al Club Santos de Guápiles…

Todavía no me queda claro si el reclamo de la CCSS tenía verdadero asidero legal o no… pero a nadie le queda duda de que debido a esta suspensión, en varias ocasiones el equipo de Santos se vio privado de jugar, no solo perdiendo los puntos que automáticamente fueron ganados por los rivales a los que no enfrentó, sino perdiendo las taquillas que, bien que mal, le hubieran servido al Club para paliar  el adeudo en cuestión…

Pero… ¿qué me lleva a abordar un comentario relacionado con el fútbol cuando es un tema que honestamente no despierta mis pasiones?

Me explico… lo  que me inclina a hacer este comentario, es el hecho de que me resulta absolutamente incomprensible que en nuestro país se tome con mucha más seriedad, y rigurosidad, lo concerniente a los clubes que participan en los campeonatos del fútbol local y su relación y compromisos con la Seguridad Social, que lo que respecto a esa misma materia vincula a las organizaciones y a los actores del acontecer político electoral…

Así sucede que mientras la UNAFUT, ente rector de la materia futbolística local, adopta estrictas medidas, como la suspensión de clubes, el cierre de estadios y el embargo de taquillas, por ejemplo, contra quienes mantienen deudas con la Seguridad Social, el órgano rector en materia político electoral , llámese Tribunal Supremo de Elecciones, permite que candidatos a las alcaldías, claramente señalados en días recientes por la prensa, con sus respectivos nombres, con sus fotos y con el detalle exacto de los montos que le adeudan a la CCSS, participen en el juego electoral sin más ni más…

Además de que desde hace rato el TSE se nos viene haciendo mucho más cascaras que nuez, o, como decían nuestros abuelos “se nos está yendo en vicio”, porque, a decir verdad, al costo que representa mantener todo ese andamiaje, inútil en tantos aspectos… ahora evidencia ser absolutamente inconsistente frente a una deseable y mínima demanda de rectitud y transparencia hacia las organizaciones y las personas que aspiran a jugar el partido de las urnas, mismo que de ganarlo, los pondría a regir el destino administrativo de nuestras unidades básicas de organización política.

Quizá algunas personas no se han detenido a pensar en la relevancia y en el nivel de influencia que el gobierno cantonal tiene en nuestras condiciones y proyecciones de vida, y en la clase o estilo de gobierno que podría, o sería capaz de ejercer una persona que en determinado momento de su vida empresarial o del  libre ejercicio de su profesión, no ha tenido empacho en dejar al descubierto los deberes y compromisos económicos que con la Seguridad Social le señalan las leyes…

Triste panorama de la visión que como país tenemos de lo que es importante y de lo que no lo es en nuestra vida ciudadana…

Recientemente, en forma de meme, circulaba en las redes una frase que de un modo lapidario acusaba esta nefasta realidad de muchas naciones, y se refería a lo perdido que puede andar un pueblo o una Nación que les exige más a sus jugadores de fútbol que a sus políticos…

No será necesario entonces mucho esfuerzo para entender lo perdido que demuestra estar el rector de la materia electoral costarricense, cuando, aún con todas sus falencias y la superficialidad que para muchos de nosotros representa la actividad que rige, la UNAFUT demuestra mayor rectitud en su proceder y, sobre todo, demanda un mayor compromiso de sus agremiados para con las leyes y para con la institución que administra la Seguridad Social costarricense…

Igual, salgamos a votar el próximo 7 de febrero, y hagámoslo con la mayor conciencia posible… escojamos personas que estén comprometidas con el quehacer político y no con la politiquería, que tanto perjuicio, corrupción y esterilidad social y ciudadana nos ha acarreado en las últimas décadas…

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