Municipalidad de Cartago hace llamado para que feligreses no lleven mascotas a la Romería”

Porque amo a mi mascota no la llevo a la Romería”, es la campaña que por segundo año consecutivo promueve la Municipalidad de Cartago para evitar que los feligreses lleven animales a la Romería.

Durante el 2015 cerca de 85 cachorros fueron abandonados durante la Romería, la campaña de divulgación realizada por el municipio ayudó a rebajar la cifra a 17 perros en 2016, pero este año se espera que ninguna mascota sea llevada a la peregrinación.

“Hacemos un llamado muy respetuoso a la población para que no lleven mascotas a la Romería, sabemos que los efectos en la salud son muchos cuando los animalitos se exponen a largas caminatas, además de que la nueva legislación de Bienestar Animal establece mayores sanciones”, comentó el alcalde de Cartago Rolando Rodríguez.

La ley establece sanciones que van de 20 a 50 días de multa a quienes abandonen y a quienes incurran en algún tipo de maltrato hacia las mascotas, en este caso se puede interpretar como maltrato exponer a las animales a largas caminatas.

“El cuido animal es responsabilidad de todos, durante estos días estaremos trabajando por mantener la seguridad de los fieles y también nos enfocaremos en crear consciencia en la población, para que una actividad que realizan las personas con tanta fe, no representen un problema mayor, como  el abandono, extravío o problemas de salud en mascotas”, comentó Rodríguez.

 Por su parte, el médico veterinario, Rafael Hernández, encargado del Centro Municipal de Educación para el Cuido Animal de Cartago, comentó que las mascotas podrían ser víctimas desde deshidratación hasta problemas musculares que les podría causar la muerte.

«En el caso de las mascotas, generalmente no han sido entrenadas para soportar gran cantidad de ejercicio, por lo cual someterlos a una caminata tan larga los pone en riesgo de sufrir deshidratación, daño en fibras musculares y hasta golpes de calor que podrían provocarle la muerte. Incluso cuando son animales acostumbrados al ejercicio, las almohadillas de las patas no están diseñadas para soportar las altas temperaturas del asfalto. Desde el punto de vista de salud pública, también ocurre que los perros defecan en la vía pública y muchos propietarios no lo recogen, lo que expone a las personas a enfermedades», resaltó Hernández.

Al igual que con los caballos, según Hernández, cuando se utilizan para realizar la Romería, en muchos casos estos no han sido entrenados previamente. Los equinos pueden sufrir desde problemas en sus tendones hasta enfermedades más graves, como lo es la ruptura de las fibras musculares.

Como parte de la comisión interinstitucional que velará por la seguridad en la Romería, SENASA mantendrá puestos de vigilancia.

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